Hace
unos días me entretuve un rato en leer la lista electoral que presenta UPyD a
las próximas elecciones al Parlamento Europeo, y ojalá no lo hubiera hecho. Me
hubiera ahorrado otra desilusión más. Cada vez entiendo más a los que ni ven ni
oyen más allá del discurso oficial, ese discurso que nos presenta como
paladines de la regeneración política, esforzados defensores de la democracia, portadores
de la verdad política e incansables luchadores por el imperio de la Ley. Es más
cómodo.
La
lista electoral, documento que debería reflejar y personificar todos nuestros
valores e ideas, y en vez de eso, arrasa con todo.
Nuestra
idea de la regeneración política queda más que cuestionada cuando las elecciones
primarias se emplean solo para elegir el primero de la lista y a los cincuenta
y tres restantes se les nombra a dedo, (bueno, hay dos personas que a pesar de haberse
presentado a primarias están en la lista electoral e ignoro la razón de tal
circunstancia, aunque no creo que sea por haberse presentado a primarias). No me
parece nada democrático que la persona que quedó en segundo lugar en el proceso
de primarias no tenga, no ya el derecho al ir en segundo lugar de la lista,
sino simplemente derecho a ir en la lista. En un partido político, ¿Qué mérito
hay mayor que el de presentarse a unas elecciones y ser elegido por los
afiliados?
Resulta
sonrojante que de las cincuenta y tres personas que acompañan a Francisco Sosa Wagner en la lista electoral, solo dos le hayan acompañado en el proceso de primarias. ¿Acaso ir en la lista
electoral no era de su agrado y por eso no se presentaron a las primarias? ¿O
es que no consideraron oportuno el someterse a la decisión de los afiliados? Y
ahora, una vez en la lista electoral, ¿Todos se consideran con más méritos que
el compañero que quedó en segundo lugar en el proceso de primarias? Y creo que
todos entendemos y aceptamos que los primeros puestos de la lista puedan tener
un tratamiento especial, pero de ahí a no considerar a ninguno de los treinta y
siete compañeros que sí dieron un paso adelante y se sometieron al veredicto
del resto de compañeros, va un abismo y la falta de un verdadero espíritu
democrático.
Además,
nosotros que nos pasamos el tiempo exigiendo el cumplimiento de las leyes y las normas, parece que nos hemos
saltado en toda regla el artículo 56 de los Estatutos. En este punto me
gustaría saber cuál ha sido la opinión de Francisco Sosa Wagner sobre el resto de
candidatos, opinión preceptiva según el citado artículo 56, punto b.
Con
este precedente, ¿como pretende la dirección actual del partido incentivar la
participación política de los afiliados, si el que se decide a participar
después es ignorado y apartado? ¿O quizás es eso, que lo que se pretende es que
nadie se mueva sin contar con la aprobación previa?
Es
poco ético y estético, que en el partido que promueve la regeneración política
y la participación de todos en igualdad de condiciones, el espíritu que refleja
la cita de Alfonso Guerra, “El que se mueva no sale en la foto”, sea
el que presida la actuación de la actual
dirección de nuestro partido. No sé, compañeros, tanto los que sin querer ver
ni oír justificáis con entusiasmo todas actuaciones de la actual dirección,
como todos los que por mil razones no hacéis oír vuestra voz, pensad por un
momento donde ha acabado el partido socialista por aplicar ese espíritu y no
haber sido capaz de escuchar las muchas voces críticas que auguraban el
desastre.
Y
que nadie se equivoque, no estoy cuestionando la valía personal y profesional
de los candidatos, simplemente que esto es política y en política no solo hay
que serlo, sino parecerlo. Si los nueve candidatos que acompañan a Sosa Wagner
en los primeros puestos son los más adecuados para los intereses de UPyD, pues
se explica a todos los afiliados, se presentan a primarias y se les elige antes que nombrarlos a dedo, (salvo
que nuestro estilo sea más parecido a los viejos partidos, PP y PSOE). Ser nombrado a dedo en un partido que presume de
regeneración política no creo que sea lo más prestigioso, aunque, igual sí, es
lo más beneficioso.
Todo
este asunto es más incomprensible si tenemos en cuenta las expectativas
electorales y el que la mitad de los elegidos para completar la lista ya son
cargos del partido o ocupan responsabilidades laborales dentro del partido.
También
quería comentar un par de detalles, uno me resulta curioso y otro me cuesta
admitirlo en esta lista. Son detalles que están relacionados con las
vicisitudes políticas de aquí, de Catalunya.
Si
la presencia en la organización del partido de personas provenientes de C,s es
habitual, incluido el Consejo de Dirección, el que en esta lista vayan tres
personas con un pasado muy significativo en C,s, realmente me sorprende y
espero que sea positivamente.
Una
de estas personas es quién ocupa el puesto número cinco, Enrique Calvet
Chambón, que salvo que haya una coincidencia extraordinaria, es quién ocupó el
cargo de Presidente del Consejo General de Ciudadanos hasta poco antes de las
anteriores elecciones europeas. Es curioso que, a pesar de desarrollar una
actividad política, no haga mención en
su perfil de esa experiencia.
Otra
de las personas relacionadas muy directamente con C,s es Teresa Giménez Barbat,
en el número seis, que en su perfil se declara miembro fundador de Ciutadans de
Catalunya, asociación que derivó en C,s, y que llega a decir, en una entrevista
de hace un par de años, que también de ese movimiento surgió UPyD y que nuestra
líder, Rosa Díez, quiso entrar en C,s. (La Voz de Barcelona, hoy Crónica
Global, 3/05/2012).
La
tercera persona, que yo recuerde, (igual hay alguna más), relacionado con C,s
es Carlos Silva Campañón, en el puesto veintiocho, que también parece que tiene
algún tipo de pudor a decir que fue el asesor parlamentario de C,s durante la
VIII legislatura del Parlamento de Catalunya y emplea el término grupo mixto.
Todo
el mundo conoce mi opinión y espero que esto sea el principio del acercamiento
entre UPyD y C,s, aunque me preocupa eso que afirma Giménez Barbat de que Rosa
Díez quiso entrar en C,s y no pudo ser.
El segundo detalle del que he hablado y que me
cuesta admitir es referente a la persona que ocupa el puesto número cincuenta,
José Conde Pérez, concejal del PSC durante veinticuatro años en el ayuntamiento
de L’Hospitalet. Y lo que me cuesta admitir es que una persona con sus
características políticas, veinticuatro años de concejal y que exige primarias cuando
el nuevo equipo de gobierno del
ayuntamiento de L’Hospitalet no cuenta con él, venga ahora
a UPyD, y lo primero que hace es saltarse a la torera las elecciones
primarias y aceptar un nombramiento a dedo. No es ético ni admisible,
especialmente cuando a los que sí se han presentado a primarias no los han
incluido en la lista. Desde luego, la responsabilidad hay que buscarla en quién
ha permitido esta tropelía. Esto sin tener en cuenta sus declaraciones
remarcando que “no está en contra del
derecho a decidir”, (e-Noticias, 5/07/2013).Alguien debería dar
explicaciones.
Ignoro
si con el resto de personas de la lista hay alguna incidencia similar a las que
comento; como he dicho, mis comentarios se limitan a mi experiencia aquí en
Catalunya.
Como
dije al principio, la lista electoral debería reflejar nuestros valores y
nuestra oferta a la sociedad y, la verdad, esta lista deja mucho de desear. Con
el agravante de que ni la situación política ni nuestras expectativas de voto
hacían necesario forzar la lista hasta estos extremos.
Angel
Milla