Mañana espero que tengamos la
oportunidad de hablar de política en una
reunión, que sin ser formalmente una asamblea de los afiliados de UPyD de
Catalunya, es previsible que sea lo más parecido por el motivo mismo de la reunión, por que se
nos convoca específicamente a todos los afiliados, por la especial situación
política que vivimos aquí en UPyD Catalunya y por contar con la presencia del
responsable de Acción Política de UPyD y Diputado en el Congreso Carlos
Martinez Gorriarán.
Dadas las escasas oportunidades,
por no decir inexistentes, que tenemos de hablar y debatir de cuestiones
políticas todos juntos, esta convocatoria la espero con expectación, máxime
cuando vamos a contar con el máximo responsable de la acción política de
nuestro partido, circunstancia que hace de esta convocatoria un acto
imprescindible y que ninguno de los afiliados a UPyD Catalunya debería
perderse.
Estas expectativas quedan
matizadas por la dudas acerca de los temas que se tomarán en consideración y es de esperar que la reunión no verse en
exclusividad en criticar lo mal que lo hacen los demás y lo extraordinario de
nuestras propuestas, sino que se analice la situación política que arrastra
UPyD Catalunya, prácticamente desde sus inicios, y que está incidiendo de una
forma tremendamente negativa en nuestra capacidad de influir en la situación
política general.
La única forma de que un partido
político consiga tener influencia en la
política, de una forma ética y justa, es la de ser coherente con sus principios y estatutos y exigir en casa lo que se exige fuera, y
tener en cuenta que el objetivo de todas y de cada una de las acciones y manifestaciones de sus afiliados es el de defender los derechos de todos los
ciudadanos y el de mejorar sus condiciones sociales y nunca ese objetivo puede
ser el propio partido o la conservación de cargos o cuotas de poder o
representatividad por parte de nadie.
Hace ahora tres años que decidí
afiliarme a UPyD después de leer y releer
el Manifiesto Fundacional y Estatutos en los que basaba su acción
política. Y en los que sigo creyendo y defendiendo a toda costa, especialmente
en las ideas y valores del acta fundacional de Unión, Progreso y Democracia.
Lamentablemente los hechos que
han ocurrido posteriormente me hacen dudar seriamente de si dentro del partido se comparten en su totalidad esas ideas y valores y esos Estatutos que, por otra parte, UPyD defiende con vehemencia y tesón en los
organismos en los que tiene representación.
Recién afiliado tuvieron lugar
las elecciones al Consejo Territorial y en las que altos cargos orgánicos del
Partido hicieron público un absurdo apoyo a una de las candidaturas, no
respetando las ideas y valores del acta
fundacional, además de violentar los Estatutos al dar, como cargos orgánicos
del Partido, un apoyo a unos afiliados en contra de otros no respetando la
igualdad de todos. A pesar de dicho apoyo, los afiliados en una amplia mayoría
avalaron a la otra candidatura y aquí nadie pestañeó. Bueno sí, a quién se
presentaba como portavoz de la candidatura rechazada, en una decisión
perfectamente estatutaria pero vacía de sentido democrático, se le nombró
miembro del Consejo de Dirección.
Apenas un año después, y debido a
las dimisiones habidas en el Consejo Territorial y a que los afiliados
nombrados para cubrirlas no habían sido ratificados por la Asamblea, se cesó al
Consejo Territorial elegido en las elecciones citadas por pérdida de la mitad
más uno de sus componentes. Una decisión que se ajustó a la literalidad de los
Estatutos pero que, tomada pocos días antes de la fecha solicitada al Consejo de
Dirección para que convocara la Asamblea en la que habían de ratificarse los
nuevos componentes del Consejo, estaba totalmente vacía de espíritu
democrático. Aunque en este caso hay algo más y algún día el Responsable de
Organización se dignará a explicarnos qué Estatutos incumplía el Consejo
Territorial “En su empeño en someter a votación asuntos como los informes
político y de gestión…”, que parece ser
que fue lo que realmente provocó el cese del Consejo Territorial, según lo que
comunicó el Responsable de Organización. Como he dicho, algo literalmente
estatutario pero carente de espíritu democrático y contrario a las ideas y
valores del acta fundacional. No sirvió de nada solicitar explicaciones y
justificación sobre tal medida. A pesar de haberlo solicitado mediante el
procedimiento estatutario, nadie se ha dignado en explicar los hechos.
Un último despropósito que tiene lugar en la actualidad en UPyD Catalunya,
contrario a esas ideas y valores del acta fundacional, y que realmente espero que sea el último, es la situación creada al ocupar el cargo de
Portavoz de UPyD Catalunya un afiliado que no pertenece al Consejo Territorial
y, consecuentemente, no está autorizado a ocupar ese cargo. Lo lamentable del
caso es que quién ocupa dicho cargo, incumpliendo los Estatutos, es un miembro
del Consejo de Dirección. Alguien que debería ser un garante, precisamente, de
que se cumplieran en todos los ámbitos del Partido los Estatutos.
Este problema se hace más grave, si cabe,
cuando al preguntar al actual Coordinador la respuesta que da es que es una
decisión que se tomó ya en la primera reunión del Consejo recién elegido y que,
parece ser, que con este proceder se pretendía evitar la presencia, de quién ocupa irregularmente el
cargo de Portavoz, en la candidatura del actual Coordinador y así no ser
sometido al veredicto de las urnas.
Aún hay otro despropósito, pero
que enlaza con el anterior. Del equipo
del actual Coordinador han
dimitido casi la mitad de los miembros, entre ellos la responsable de
organización y se han nombrado otras personas para ocupar sus cargos pero,
hasta la fecha, nadie se ha molestado no ya de informarnos por las razones de esas dimisiones, sino ni siquiera
de informarnos de las dimisiones mismas y de los nuevos nombramientos. Y, mucho
menos, de alegar qué méritos, de acuerdo con las ideas y valores del acta
fundacional, reúnen las personas nombradas para cubrir las vacantes. Por cierto,
realizados estos nombramientos dentro, esta vez sí, de las competencias
estatutarias del Coordinador.
Cuando a los afiliados se les
ignora, se desprecian sus derechos y no se les tiene en cuanta, se van. Y así
es difícil llegar a tener la mínima influencia entre la sociedad. Si nosotros
no somos capaces de respetar nuestras propias normas, ¿cómo vamos a exigir que
los demás las cumplan?
Igual yo estoy equivocado y esto
del cumplimientos de las normas no son más que legalismos tontos y que no va a
ninguna parte. Y que, cómo me ha dicho alguno, ahora esto no es importante, que
lo importante es hacer crecer el partido, ¿pero cómo se va hacer crecer el
partido en estas circunstancias? Solamente con que se hiciera
el esfuerzo de entender y aceptar las opiniones de los demás y las
decisiones que, democráticamente, toman los afiliados y respetando nuestros
principios, UPyD Catalunya crecería y tendría capacidad de influencia.
Mañana tendremos la oportunidad
de escuchar a Carlos Martinez Gorriarán, no solo como responsable de Acción Política de UPyD, sino como
representante del Poder Legislativo del Estado Español, como Diputado
encargado de la elaboración de las Leyes y, consecuentemente, una persona que se supone celosa del
cumplimiento de las mismas y es en este sentido en el que espero una opinión
sobre si dentro de UPyD se considera fundamental para la acción política el respeto a los propios Estatutos y el respeto
estricto a que el funcionamiento interno sea plenamente
democrático o no.
Y sobre lo aquí relatado sirva
para quien tenga la responsabilidad tome las medidas oportunas. Yo voy a seguir
empeñándome, y hasta donde pueda, para que UPyD sea un partido nuevo totalmente
democrático. Quiero un partido que respete sus ideas y valores como único camino
para defender los derechos de los españoles y luchar por la mejora de sus
condiciones sociales.
Sobre el otro punto que considero
fundamental para la acción política, el referente a los objetivos que debe
tener cualquier partido político, esperaré a escuchar a nuestro responsable de
Acción Política para dar mi opinión. Espero que dada la situación en la que
estamos inmersos, el objetivo no sea el de mantener ese absurdo del ser
independiente a toda costa, porque nos arriesgamos a ser independientes de por
vida y entonces, a los que intentamos mantener UPyD aquí en Catalunya, ya no
nos valdrán ni principios ni Estatutos.
Angel Milla
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