Realmente este proceso de
primarias está resultando ser arduo y desagradable, pero a la vez esclarecedor
de los modos y formas de desarrollar la acción política por parte de la actual
dirección de UPyD.
Si grave y anti estatutario es el
comportamiento de la Comisión Electoral, que he relatado en anteriores
escritos, y el de la Comisión de Garantías, que brilla por su ausencia, ya no
se que opinar sobre la actuación del actual Consejo de Dirección permitiendo que en este
proceso electoral de primarias, y supongo que en todos los que están en marcha
y en los que ya se han celebrado, se incumpla gravemente el artículo 20 de la
Constitución, sometiendo a censura previa lo que cualquier candidato pueda
decir o opinar durante este periodo electoral, tal como viene escrito en el
manual de gestión de candidaturas Manual_Intranet_candidatos_V1.1_07.11.2014.pdf,
impidiendo expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas o opiniones
de cada candidato, tal como proclama el citado artículo 20 de la Constitución y
que nuestros Estatutos también contemplan como un derecho de los afiliados.
Que el manual para acceder a la
gestión de la candidatura indique que lo que uno quiera publicar para información del resto de
afiliados, sobre sus ideas o planteamientos en este proceso electoral de sí
mismo, pueda ser moderado por no sabe quién antes de ser publicada es
manifiestamente inconstitucional en España desde la aprobación de la
Constitución en 1978. Y si no fuera por lo grave de esta situación, la pretensión
totalitaria del “Torquemada de turno” de pretender revisar, nada menos que los datos de la propia biografía del candidato,
daría risa.
¿La actual dirección del partido
pretende que UPyD sea modelo de regeneración democrática aplicando en los procesos
electorales métodos que fueron abolidos hace 36 años?
Y espero que nadie tenga la
indecencia de decir que estos son procesos electorales internos y que están al
margen de las leyes españolas y que los medios de comunicación de UPyD son
privados o propiedad personal o algo por el estilo.
Recientemente se ha aprobado un Código de Buenas Prácticas
con el que se llenan la boca los actuales dirigentes de UPyD, pero parece ser
que no se lo han leído y, si se lo han leído, tendrían que decir por qué no lo
cumplen.
¿Qué entiende el actual Consejo
de Dirección por “El desarrollo de las
funciones propias de las personas vinculadas por este Código deberá realizarse
de manera equitativa, sin discriminaciones arbitrarias y con respeto de los
derechos fundamentales y libertades públicas”, tal como pone en el apartado
D de los Principios Básicos de actuación?
¿Qué entiende el actual Consejo
de Dirección por lo expresado en el punto 4.1 cuyo título es: “Respeto al ordenamiento jurídico y los
derechos humanos, tanto en la vida pública como en el ámbito privado”?
¿Y respecto al punto 4.2: “Acatamiento de las resoluciones de los
órganos del partido”?
¿Qué ocurre, el actual Consejo de
Dirección no está obligado a realizar sus funciones de forma equitativa, sin
restricciones arbitrarias y respetando los derechos fundamentales y libertades
públicas? ¿No está obligado a acatar las resoluciones de los órganos del
partido?
No voy a solicitar la dimisión
del Consejo de Dirección porque creo que no sirva para nada, han dado sobradas
muestras de ser inmunes a cualquier reclamación, por fundada que fuera,
contraria a sus intereses. Y lo mismo ocurre con la Comisión de Garantías que,
hasta la fecha, ha sido una pérdida de tiempo, ni para darte la razón ni para
quitártela. Con la oficina de Control de Buenas Prácticas Políticas
esperaremos, si acaso, a que tomen posesión los nombrados y quieran trabajar.
Pero si voy apelar a la ética y
la dignidad política de cada uno de los miembros del Consejo de Dirección, de
los parlamentarios, de los europarlamentarios, de los diputados autonómicos, de
los concejales y de los afiliados y simpatizantes de UPyD, y voy a pedir que se
pronuncien sobre este tema:
¿Aceptas que en tu partido se pueda censurar previamente lo que un
candidato pueda decir o hacer en un proceso electoral tal como deja en
evidencia el manual de gestión de
candidaturas de UPyD?
Como muestra de esta
arbitrariedad y trato desigual lo que ahora mismo ocurre en el proceso
electoral, aquí en Catalunya. El pasado domingo solicité la organización de un
debate entre Ramón de Veciana y yo para el viernes, ya que no lo autorizaron
para el mismo sábado, y que lo comunicaran a todos los afiliados. Y a pesar de
que incluso el Coordinador de Catalunya
se ha ofrecido a moderarlo, a la fecha aquí nadie ha dicho nada. Ahora, eso sí,
sí que se ha publicado la reunión solicitada para hoy por Ramón de Veciana.
Supongo que a todo el mundo se le alcanza la carga política que conlleva el
aceptar o negarse a un debate. Yo, como otros candidatos, hemos solicitado un
debate y, si esto fuera un proceso neutral y respetuoso con los derechos de
todos por igual, el debate se organizaría y después cada uno es muy libre de ir
o no.
En estas circunstancias me niego
a publicar nada por medio de la web del partido, por no cumplir con la
legalidad vigente. Y espero que se convoque el debate solicitado y que se envíe
la convocatoria a los afiliados.
Este documento, aparte de
publicarlo en este blog, lo envío previamente a la Comisión Electoral, a la
Comisión de Garantías y a Organización, por si consideran tomar alguna
decisión.
Angel Milla
En mi amplia experiencia, Angel, ni la Comisión de Garantías de UPyD ni la Oficina sirven para nada: controladas por el CdD, especialmente por Fabo y Elvira, encubren cualquier comportamiento irregular (incluso cometidos por ellos mismos). Lo he contado en mi Blog: cómo todas mis denuncias internas se las pasaron por el forro del pantalón.
ResponderEliminarPero es muy de agradecer que dejes constancia de todo lo que ha pasado, porque cuando en el futuro los politólogos y estudiosos universitarios investiguen sobre el asombroso caso del ascenso y caída de UPyD, tendrán testimonios de primera mano. Y muy interesantes.
No sé cómo no se les cae la cara de verguenza a Rosa y a sus despóticos oligarcas. Porque todo lo que hagan se va a saber al final.
Un abrazo.